La simulación de sistemas logísticos, en sus aplicaciones más prácticas dentro de los distintos sectores industriales y de servicios, trata de crear un modelo informático del sistema en estudio y experimentar con él; en la mayor parte de los casos los experimentos de simulación resultan ser la forma más práctica de analizar diferentes escenarios y de obtener repuestas a preguntas del tipo “¿Qué pasaría sí...?”, para evaluar el impacto de una posible alternativa que sirva de soporte a un proceso de toma de decisiones en relación a la operación o diseño del sistema.

Se desarrolla fundamentalmente bajo un enfoque orientado a eventos discretos.

Entre sus objetivos se pueden señalar los siguientes:
1.- Facilitar los procesos de toma de decisiones.
2.- Mejorar la planificación.
3.- Mejorar el rendimiento de sistemas cuyo comportamiento depende de un número elevado de variables de decisión (sistemas logísticos complejos)
4.- Mejorar el conocimiento sobre los procesos.

Una vez construido, el modelo de simulación, actúa como un laboratorio (SIMULADOR) en el que se pueden verificar, comparar y ajustar fácilmente las diferentes alternativas en estudio.

Como ya se ha señalado, desde el punto de vista  de la práctica de la ingeniería, la simulación de sistemas logísticos se convierte en una herramienta de análisis de sistemas, para entender cómo opera un sistema existente, o cómo puede operar uno propuesto y también en una herramienta de diseño de sistemas, cuyo objetivo es la producción de un sistema que satisfaga ciertas especificaciones.